El piloto del Sherco Racing Factory explica en su blog de Enduro21 sus experiencias en Estados Unidos y en Abestone, una primera prueba del Mundial de Hard Enduro 2021, que no fue cómo esperaba debido a una lesión en las costillas que le obligó a activar el ‘modo supervivencia’ para acabar y sumar el máximo de puntos de cara al campeonato. 

Como ya sabéis, en mayo se canceló la Extreme XL Lagares y poco después el Erzbergrodeo. Hablamos con el equipo y vimos la posibilidad de viajar a Estados Unidos para competir en tres carreras e impartir un curso durante el mes de junio, así que aprovechamos esa oportunidad para dejar una buena imagen de nuestra marca en uno de los países más fuertes del mercado. Y, además, entrenamos con Cody Webb, Colton Haaker y Trystan Hart... conociendo nuevos lugares y haciendo EnduroCross, ya que allí hay muchísimo nivel en esta disciplina. 

Un mes productivo en Estados Unidos midiéndose con los grandes especialistas del EnduroCross

Fue un mes muy productivo, en el que hice tres carreras. Una la gané y en otra, en la Silver Montain Extreme, acabé segundo tras luchar hasta el final con Trystan Hart. Quedé a sólo 10 segundos, superando a Cody y a todos los demás, aunque se me hizo un poco corta y rara por el formato y sobre todo porque fue bastante rápida. 

De allí fuimos al ‘EnduroFest’ de Idaho, donde primero se disputó el ‘Orofino LoggerXross’, una prueba de endurocross muy famosa allí, y conseguí otro podio del que estoy muy contento, ya que lograr un podio con dos grandes especialistas de Endurocross y SuperEnduro, como Webb y Hart, cuesta lo suyo y hay que darle valor. Al día siguiente hicimos una extrema, el ‘Maniac Hard Enduro’, en la que finalmente Cody me ganó por un minuto, pero que nos dejó muy buenas sensaciones.

Regreso a casa y preparación de la Abestone

Tras acabar el periplo por Estados Unidos, volvimos a casa, a Andorra, para preparar por fin con mi equipo, el Sherco Racing Factory, la primera carrera del Campeonato del Mundo de Hard Enduro en Italia. Estuvimos dos o tres días probando en altitud la compresión de la culata, distintos amortiguadores y carburaciones, y poniendo a punto en definitiva las dos motos, porque una será para la Red Bull Romaniacs y la otra irá a Estados Unidos.

Una primera prueba con cara y cruz

Viajamos a Italia el martes antes del Abestone Hard Enduro y ese mismo día ya empezamos a caminar para reconocer los ríos, las subidas y las bajadas y todas las zonas más complicadas, ¡casi 50 kilómetros caminando! Lo cierto es que estaba bastante contento con el recorrido. Era muy técnico, muy chulo y con unas vistas espectaculares. Y muy trialero, como a mi me gustan, pero luego me desilusionó un poco el formato.

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Soy un piloto al que le gusta sufrir y que las carreras sean largas y disputadas. No necesariamente de 5 horas, pero sí de más de tres. Creo que una prueba de 3 a 4 horas es el mejor formato para el hard enduro. Dos semanas antes nos habían dicho que sería de tres horas y con varias vueltas, pero luego, cuando llegamos allí, nos dijeron que sería de una sola vuelta. 

Abestone Hard Enduro, una carrera con mucho potencial

Tras caminar el recorrido, advertimos al organizador, Michele Bosi, que iba a ser una carrera muy corta y que tratara de hacer lo posible para que fuesen dos vueltas en vez de una. No fui el único que lo pedí. La mayoría de los pilotos queríamos al menos dos, pero al final se quedó en una y cuarto. Creo que cometieron un error en la estimación del tiempo, pensaban que una vuelta iba a ser aproximadamente 2h45m, luego bajaron a 2h15m y finalmente a 1h50m. Pero Billy, acabó haciendo una vuelta y media en 1h45m. Creo que la carrera fue muy buena y que el público italiano estuvo impresionante como siempre, pero se quedó un pelín descafeinada para ser una prueba que forma parte de un mundial.

Independientemente de eso, hay que entender que fue la primera edición y que el año que viene estoy seguro que sus organizadores reaccionarán, y más aún teniendo en cuenta el potencial que tiene, así que será un poco más dura.

Una caída en los entrenamientos que cambió por completo los planes 

Por mi parte, el viernes sufrí una caída muy tonta en una bajada durante los entrenamientos libres. Me golpeé fuerte las costillas y, aunque en ese momento no le di mayor importancia, seguimos con los entrenos a pesar que también se hinchó el codo. El sábado hice la clasificatoria lo más rápido que pude teniendo en cuenta la situación y acabé en el duodécimo puesto.

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A pesar de ello, el domingo salí con muchas ganas, con toda la ilusión por tratar de escalar posiciones y a hacer una buena carrera. Pronto me puse entre el sexto o séptimo puesto, pero de ahí a coger el grupo de cabeza resultó ya casi imposible. Los demás estaban a 5 minutos y sentía mucha presión en las costillas, hasta el punto que tuve que quitarme el ‘camel bag’, ya que no podía aguantar más la presión del arnés. Llegué a meta como pude, con Wade y Walkner pisándome los talones. Al final tuve que conformarme con una séptima plaza que sabe bien teniendo en cuenta las circunstancias. Este año es Campeonato del Mundo y hay que sumar puntos pase lo que pase, a pesar que en esta ocasión caso no pude competir como hubiera querido. Sólo pude participar y sumar unos puntos. Así que una vez más quiero dar las gracias a todo mi equipo y gente que estuvo ahí ayudándome a tope a aguantar el dolor. Sin olvidarme por supuesto de los fans italianos que me animaron un montón con gritos de “¡vamos Mario, forza!”.

Descanso y recuperación hasta la Red Bull Romaniacs

Tras la carrera, fuimos al hospital donde los servicios médicos descartaron una posible fractura de las costillas, aunque sí hay una pequeña lesión en el cartílago intercostal. Y aunque me encuentro bien y afortunadamente no es nada grave, tengo que confesar que sí resulta bastante incomodo y fastidioso, es algo muy doloroso si te pilla además un poco resfriado como a mi ahora, no ayuda a pasarlo demasiado bien. 

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Entre semana, visité a Jordi Zaragoza, un osteópata muy bueno que me estuvo “recolocando” todo y poniéndome a punto. Me dijo que descansara unos días. En menos de dos semanas ya estaremos en Rumanía, así que estos días toca tranquilidad, intentar mantener el físico y llegar a la Romaniacs lo más frescos posible a nivel físico, recuperado para poder dar todo lo que pueda en este campeonato. 

Después de allí, si vemos que todo está bien, iremos a Estados Unidos, donde habrá dos carreras. Estos son mis planes para este verano, vamos a ver qué tal va mejorando todo y nos vemos en el siguiente blog.

Saludos.

 

Fotos: Andrea Belluschi | Enduro21