Cuidar de tu moto es clave para darle una larga y próspera vida. Pero ¿estamos haciéndolo bien? ¿Sigues un ritual metódico o simplemente la limpiar, engrasar la cadena y listo? En Enduro21 hemos recopilado los pasos ‘obligatorios’ para el mantenimiento de tu moto después de montar con la ayuda de los expertos…

No importa dónde ni cómo montes, prestar atención al cuidado de tu moto es importante si quieres que se comporte y trabaje igual la próxima vez que la uses. Decidimos que era hora de aclarar las cosas y, de paso, ayudaros a tener claros cuáles son los puntos básicos a seguir para realizar el mantenimiento de tu moto después de cada carrera o salida.

Nos dirigimos a las instalaciones de Eric Augé para comprobar cómo lo hacen con una KTM 250 EXC-F de su equipo de carreras. Son un equipo profesional, y también taller, por lo que están habituados a preparar todo tipo de motos off-road, desde sus propias Enduro hasta motos de Rally, SuperEnduro, Trial... e incluso motos de Velocidad.

Queríamos saber de primera mano qué se hace a una moto después de una carrera y qué deberíamos hacerle a la nuestra…

Los 5 pasos fundamentales:

1 – Preparar la moto para el lavado

Muchos de nosotros lo que hacemos es limpiar la moto en cuanto llegamos a casa (o en la gasolinera si no puedes hacerlo en tu domicilio), la subimos al caballete, encendemos la máquina de lavado a presión y nos ponemos a ello. Si lo haces así, no lo haces mal, pero podrías hacerlo mucho mejor.

Si quieres hacer una limpieza profesional, lo primero es subir la moto al caballete. Una vez allí, quita el filtro de aire y pon la tapa de plástico para poder limpiar la caja del filtro – pon el tapón del silencioso. Si no tienes la tapa de plástico para el filtro, puedes usar esta alternativa – pon papel en la admisión y una bolsa de plástico cubriendo el filtro del aire.

Los mecánicos de Eric Augé también desmontan el asiento y desatornillan el depósito, pero dejándolo montado. Así podrás llegar mucho mejor a la parte alta del motor y el chasis.

Cuando desatornilles el depósito, asegúrate de taponar los conductos de gasolina para evitar que entre agua ­– es de vital importancia para el siguiente paso.

Otra de las piezas clave a desmontar es el cubrecárter, ya que éste suele acumular barro e impide que puedas limpiar correctamente la parte baja del motor.

2 – Lavar y secar a conciencia

El segundo paso es el que – para muchos – es el primero: lavar la moto. Aunque puede que más a fondo de lo que estás acostumbrado.

Muchos de nosotros la subimos al caballete o ponemos la pata de cabra y ya no la movemos, pero si tu moto está siempre en la misma posición no podrás limpiar las partes más inaccesibles.

Lo primero es sacar el barro más ‘gordo’ con la máquina de lavado a presión. Los plásticos deben de quedar visibles. Lo siguiente será aplicar un limpiador por todas partes y dejar que actúe unos segundos. El equipo de Èric Augé utiliza el Motorex Quick Cleaner, Wipe and Go.

Ahora vuelve a darle con la máquina a presión prestando especial atención a esas áreas donde se acumula el barro y son de más difícil acceso. Detrás del silencioso, en la parte interior del basculante o por dentro de las barras de la horquilla, pero sin acercarte demasiado a los retenes. Tumba la moto apoyando el manillar sobre un caballete, de ambos lados.

Una vez que ya lo hayas hecho, desmonta el depósito (recuerda que ya lo has desatornillado previamente en el paso anterior), aplica más jabón en esta área y termina de limpiar la moto.

Ten en cuenta que es tan importante la limpieza como el secado de tu moto, más aún a sabiendas que, hoy en día, estas cada vez tienen más electrónica. Utiliza un compresor de aire para secarla y presta especial atención a la parte eléctrica bajo el asiento, ya que ahí suele acumularse bastante humedad. Seca también los huecos del motor y la parte del ciclo donde se puede acumular más agua.

Limpia el depósito y el cubrecárter por separado, sin agua a presión, simplemente con una esponja empapada en agua y jabón. Desmonta también los aletines del radiador para limpiar mejor el depósito.

Si no dispones de compresor, límpialos con un trapo y, con el depósito instalado y conectado (quita el tapón del silencioso y pon un filtro nuevo), arranca la moto durante unos minutos para que la moto se caliente y seca el agua que pueda haber acumulado en algunos lugares.

Nota Enduro21 – en este punto es normal aplicar un spray antihumedad al motor, partes móviles como las estriberas y muelles de las mismas y de la palanca de cambio. Cuando tengas la moto en marcha también puedes engranar una marcha (¡asegúrate de que está estable!) para que evacue el exceso de agua en la cadena y luego engrasarla.

3 – Cambio de aceite

Puedes obviar este paso si no compites (a pesar de ello te recomendamos que lo cambies con asiduidad). El siguiente paso es entrarla en el garaje y substituir el aceite por uno nuevo – ellos lo hacen después de cada carrera.

Es más fácil hacerlo con el aceite a cierta temperatura, por lo que tendrás que volver a arrancar la moto. Puedes aprovechar este rato para sacar el aire de la horquilla, aflojando el tornillo que se encuentra encima de las botellas.

Si tu moto es una cuatro tiempos lo mejor es también cambiar el filtro de aceite – si tienes una 2T sáltate este paso. Marc Padrós, uno de los mecánicos de Eric, nos enseñó este truco: Rellena el interior del filtro con aceite, colócalo con una tapa nueva y luego dale un poco al arranque, sin que la moto llegue a ponerse en marcha – nos dijo que es una práctica habitual entre los mecánicos oficiales. De este modo la bomba no trabajará seca y eso favorecerá el cebado y circulación del aceite por su interior.

En total se añadió 1 litro de aceite Motorex, contando el que ya se había introducido en el filtro. De esta forma, en una KTM EXC-F, la marca del nivel de aceite debería quedar en la mitad del ojo de buey. Los mecánicos de Augé prefieren dejarlo así para reducir el freno motor y recomiendan también que es mejor poner algo menos de lo indicado antes que pasarse.

4 – Comprobar que todo esté en su sitio

Después de poner ‘sangre’ nueva en el motor, toca comprobar que los tornillos de la moto estén bien apretados. Para este paso, os vendrá genial tener una llave dinamométrica, así os podréis asegurar de que todos los tornillos tienen el par de apriete indicado por el fabricante – deberían aparecer en el manual de tu moto.

Los puntos más indispensables que hay que comprobar son: palanca freno trasero, manetas de freno y embrague, tijas, manillar, motor, subchasis, sujeciones de motor, eje delantero y trasero. No te olvides comprobarlos todos, aunque no les prestes tanta atención.

Lo último, será comprobar la tensión de los radios de la llanta delantera y trasera, una vez más lo mejor es usar los pares de apriete del fabricante . Los mecánicos de Eric utilizan este método para asegurarse de no descentrar la llanta. Empieza por el freno de cubierta y comprueba la tensión de todos estos, alternando uno sí y otro no. Y luego, en la segunda vuelta a la rueda, verifica la tensión de los que no has hecho anteriormente. Por último, en el tercer giro, compruébalos todos. Es un truco para hacerlo de forma uniforme.

Esto es de vital importancia si tienes una moto nueva, ya que los radios de ambas llantas se aflojan con mucha facilidad hasta que se ‘hacen’ a la moto.

5 – Revisar los niveles de líquidos y los frenos

Por último, debes revisar todos los líquidos de la moto. Empieza por comprobar el nivel del anticongelante (cuando el motor esté frio) abriendo el tapón del radiador y comprobando que esté por encima de las aletas del radiador.

Otro aspecto al que no solemos prestar la atención que merece es el líquido de frenos, aunque es muy aconsejable cambiarlo habitualmente porque los contaminantes (barro, agua, aire) se mezclan con facilidad. Al substituirlo evitarás que los frenos se vuelvan esponjosos.

Aprovecha esta operación para ver en qué estado se encuentran las pastillas de freno y para limpiar el barro acumulado entre las pastillas y la pinza. Sólo tienes que quitar los pasadores, apenas te llevará tiempo.

Para dar por finalizado todo el proceso, arranca la moto unos minutos y, después de pararla, comprueba el nivel del aceite mirando a través del ojo de buey. O aflojando el tornillo de comprobación si tienes una dos tiempos.

Fotos: Nicki Martinez | Enduro21