En Enduro21 probamos el Magnetic Clutch, un sencillo y práctico sistema de asistencia al embrague basado en el magnetismo. Un simple mecanismo, desarrollado por Àngel Davins, fácil de instalar y que hará la vida mucho más fácil a tu mano y tu antebrazo a la hora de accionar el embrague.

El dicho de que “más vale maña que fuerza” le viene como anillo al dedo al Magnetic Clutch (embrague magnético) creado por Àngel Davins, quien ya hace seis años empezó a dar forma a este sencillo, aunque eficaz, sistema de asistencia al embrague desde su taller de Cardona, Barcelona.

La idea surgió tras uno de los populares ‘mototerra’ del calendario estival de competiciones catalán, una disciplina hermana del enduro en la que Davins competía con su CRF 450 de cross. Participando en una de sus carreras, su mano y su antebrazo quedaron tan agarrotados de tanto apretar la maneta de embrague que, a partir de entonces, su cabeza no paró de dar vueltas hasta dar con una solución que evitará tener que pasar de nuevo por un episodio así.

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Probó con los típicos desmultiplicadores de entonces, de los que explica que “acababan modificando el recorrido del embrague y, al final, perdías tacto”. Luego, también trató de aflojar los muelles, una opción que también acabó por descartar ya que entonces “patinaba el embrague, debido a que no tiene margen de juego”. Y tras mucho exprimir el cerebro, finalmente acabó decantándose por usar la fuerza magnética. 

En un primer momento, pensó en situar dichos imanes en leva inferior del embrague, aunque pronto se dio cuenta de que “necesitaba más potencia y que, ahí, apenas se notaban”. Después de eso, los imanes se acabaron desplazando hasta la parte superior, en la maneta.

Ley de atracción: los polos opuestos se atraen

A pesar de que, a primera vista, pueda parecer un mecanismo conceptualmente sencillo – eso fue también lo que nos llamó la atención – su funcionamiento “es más complicado de lo que parece, no se trata sólo de poner dos imanes y ya está”, según confiesa el mismo Àngel. 

Más aún, teniendo en cuenta que, en el momento en el que creó el primer prototipo, “todos los embragues iban con muelles y, luego, vino cuando KTM introdujo los embragues con diafragma”, añade. 

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El Magnetic Clutch está formado por dos imanes de neodmio, de polos opuestos, que se atraen magnéticamente con tal de facilitar su accionamiento y reducir la fuerza necesaria para ello. Uno de ellos está fijado en la maneta. Mientras que, el otro, va en frente, anclado en el manillar con un soporte tipo abrazadera, movible.

¿Cómo se regula? Su creador nos lo cuenta: “Lo bueno de este sistema es que puedes ajustar la fuerza de ayuda. Cuando [los imanes] están totalmente alineados, te ayuda con una fuerza de unos tres o cuatro kilos de fuerza”. Una ayuda nada desestimable para nuestra mano, si tenemos en cuenta que una 450 como la suya necesita entre ocho y nueve kilos.

“En cambio, cuando los desalineas, cada vez hacen menos fuerza. Por lo que sirve tanto para una moto de gran cilindrada, en la que tienes que ejercer mucha fuerza, como para una 125”, prosigue Davins.

“Lo que cansa no es apretar el embrague, sino aguantarlo”, dice. 

Los 3 puntos a favor, según su creador

El Magnetic Clutch cumple con tres puntos muy importantes, según él. 

El primero, que no modifica el recorrido del embrague, por lo que no se tiene que cambiar ninguna pieza y todo mantiene las mismas dimensiones, distancias y tacto. 

En segundo lugar, que puedes graduar la potencia a tu gusto. 

Y, por último, como la maneta no llega a tocar el puño, ya que los imanes hacen tope, libra en muchas ocasiones a los dedos del piloto de las dolorosas enganchadas en caso de caída o impacto.

De muy fácil instalación

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Su instalación es sumamente sencilla y no conlleva más problema que cambiar una maneta de embrague – como cuando, por ejemplo, esta se ha roto – con el trabajo añadido sólo de tener que fijar también la abrazadera del polo opuesto al manillar. Sin embargo, para que cupiera este mecanismo junto al paramanos, tuvimos que desplazar la piña de luces e intermitentes hacia el interior del manillar para disponer del espacio suficiente en el que ambos imanes trabajaran alineados.

Recuerda que hay una referencia específica para cada tipo de moto y modelo. En nuestro caso, lo instalamos en una Yamaha WR 250 F del 2003, cuyo embrague siempre ha sido mucho más rústico que el de las actuales motos. Para ello utilizamos un par de llaves del 8 con tal de cambiar la maneta y un perno para alinearla antes de colocar de nuevo el tornillo pasador. Además, también usamos una llave tipo Alen para desplazar la piña lugar, una operación que en su conjunto apenas nos llevó unos minutos.

Su funcionamiento y regulación

La alineación de los imanes determina la fuerza de ayuda. Por lo tanto, cuando están totalmente enfrontados es cuando más se atraen y menor fuerza tienes que ejercer con el dedo. Una fuerza, cuya atracción, puedes variar modificando el ángulo de los imanes. 

No obstante, nosotros no utilizamos esta última opción, ya que la primera configuración – con los imanes totalmente enfrontados – fue la que más suavizó su accionamiento con un dedo y la que más nos agradó. Una vez llegado el momento de entrar en acción, nos dimos cuenta de que el motor andaba algo embragado en la parte alta, por lo que tuvimos que ajustar el embrague, tensando un poco más el cable. 

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El veredicto: funciona y su ayuda se nota

A partir de ahí, hay que decir que todo fue viento en popa. Lo utilizamos unas horas, durante una salida matutina de fin de semana por pistas forestales y senderos. Y lo cierto es que ayuda y la sensación de ejercer menos fuerza para accionar el embrague – tanto si acostumbras a hacerlo con uno, dos dedos o cuatro– se hace evidente, sin perder por ello el tacto.

Se nota, más aún, a medida que pasan las horas o si te aventuras en una trialera, donde se acostumbra a acusar más el cansancio al tener que tirar más de embrague. Por lo que, a nuestro parecer, a pesar de su sencillez – quizás sea ahí donde reside la mayor parte de su secreto – resulta un mecanismo práctico y eficaz para suavizar el tacto de embragues rudos. Estamos seguros de que tu mano y tu antebrazo lo agradecerán, sobre todo en salidas largas, cuando más repeticiones apretando el embrague vayas acumulando, gracias al hecho de tener que aplicar menos fuerza para accionar el embrague.

Un amplio surtido para distintos modelos y marcas 

El kit se vende entero a un precio de 50€, más 7€ de gastos de envío en España (excepto las nuevas manetas Magura y Braktec, que salen un poco más caras) o bien por separado, en el caso de que ya dispongas de la abrazadera con imán del manillar y sólo tengas que cambiar la maneta, opción que te saldrá por unos 10 euros menos. Un punto a su favor, también hacen envíos al extranjero. 

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A pesar de ser una empresa familiar y contar con una producción limitada, Motos Davins ya cuenta con hasta 15 referencias para suplir con su Magnetic Clutch a los principales modelos y marcas de motos del mercado, entre ellas Honda, Yamaha, Kawasaki, Suzuki, KTM, GASGAS, Husqvarna, TM, Sherco, Beta o incluso la ya desaparecida Husaberg, adaptándose a bombas Brembo, Magura y AJP.

 

Más información: www.motosdavins.com

 

Fotos: Nicki Martínez | Future7Media